El Gran Comienzo del Año Nuevo
Era una vez, en un pequeño pueblo llamado Sonrisas, un grupo de amigos: Lía, Tomás y Gato, un travieso gato que siempre estaba listo para la aventura. Un día, mientras jugaban en el parque, escucharon un fuerte estallido en el cielo. ¡Eran fuegos artificiales!—¡Mira, Lía! —gritó Tomás—. ¡Es el Año Nuevo!
Lía sonrió y dijo: —¡Sí! Es un momento perfecto para hacer planes para el nuevo año.Gato, curioso, preguntó: —¿Qué son esos planes? ¿Puedo hacer uno también?Lía y Tomás se sentaron en la hierba y empezaron a hablar sobre sus metas.—Yo quiero aprender a montar en bicicleta —dijo Lía entusiasmada.—Yo quiero leer un libro nuevo cada mes —agregó Tomás.Gato, emocionado, levantó su patita: —Yo quiero atrapar un ratón de juguete.Los tres amigos comenzaron a reír. Luego, Lía tuvo una idea brillante.—¡Hagamos un gran cartel para recordar nuestras metas! —sugirió.Con papel y colores, crearon un cartel lleno de dibujos. Lía dibujó una bicicleta, Tomás un libro y Gato un ratón de juguete.Cuando terminaron, decidieron colgar el cartel en el parque para que todos en Sonrisas pudieran verlo. Al día siguiente, muchos niños se reunieron en el parque para celebrar el Año Nuevo.—¡Miren nuestro cartel! —gritó Lía—. ¡Aquí están nuestras metas!Los demás niños se emocionaron y comenzaron a compartir sus propias metas. Algunos querían aprender a nadar, otros a tocar un instrumento.El tiempo pasó y todos empezaron a trabajar en sus metas. Lía practicaba montar en bicicleta, Tomás leía libros, y Gato, astuto, atrapó su ratón de juguete.Al final del año, se reunieron nuevamente en el parque para celebrar.—¡Fue un gran año! —dijo Lía.—Sí —respondió Tomás—. Aprendimos y nos divertimos mucho.Gato, juguetón, agregó: —¡Y atrapamos muchos ratones de juguete!Así, en el pueblo de Sonrisas, los amigos celebraron un año lleno de risas, aventuras y sueños cumplidos.
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