martes, 21 de enero de 2025

Lectura para tercer año

 


El Gran Desafío del Conejo Ramón

En un bosque lleno de coloridas flores y altos árboles, vivía un conejo llamado Ramón. Ramón era conocido por ser rápido, pero también por olvidar siempre sus responsabilidades. Un día, la Señora Ardilla, que organizaba el Gran Festival del Bosque, le pidió un gran favor: "Ramón, ¿puedes repartir las invitaciones para el festival? Es muy importante."

Ramón, emocionado por la tarea, respondió: "¡Claro, Señora Ardilla! ¡Soy el conejo más rápido del bosque!"

Con un fajo de invitaciones, Ramón saltó y corrió por todo el bosque. Pero en el camino, vio un charco lleno de ranas cantoras. "¡Qué divertido!", pensó, y se quedó un rato escuchando el concierto. Luego, encontró un árbol lleno de manzanas jugosas. "Solo una mordidita", dijo.

Cuando el sol comenzó a esconderse, Ramón se dio cuenta de que apenas había entregado tres invitaciones. "¡Oh no! ¡El festival es mañana!" Corrió de un lado a otro intentando repartir las invitaciones restantes, pero muchos animales ya estaban dormidos.

Al día siguiente, el festival era un desastre. Solo llegaron la tortuga Tula, el ratón Pepe y la familia de los mapaches. La Señora Ardilla miró a Ramón con tristeza. "Ramón, confié en ti. ¿Qué pasó?"

Ramón, con las orejas caídas, confesó: "Me distraje y no cumplí con mi tarea. Lo siento mucho."

La Señora Ardilla suspiró. "Cumplir con nuestras responsabilidades es importante porque afecta a todos, Ramón."

Aprendiendo la lección, Ramón se ofreció a organizar un picnic para compensar su error. Esta vez, lo planeó todo con cuidado, sin distracciones.

El picnic fue un éxito, y Ramón se ganó nuevamente la confianza del bosque. Desde entonces, siempre recordaba que ser rápido no era tan importante como ser responsable.



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