El Valle de las Estrellas
Había una vez un pequeño pueblo llamado Valle de las Estrellas, donde todos los días brillaban luces en el cielo. Sin embargo, en el corazón del pueblo, había un niño llamado Tomás que se sentía muy solo. Aunque tenía amigos y una familia que lo quería, a veces se sentía triste y pensaba que no importaba.Un día, mientras caminaba por el parque, conoció a una anciana llamada Abuela Rosa. Ella siempre sonreía y tenía una luz especial en sus ojos. Tomás le contó sobre sus sentimientos de tristeza. Abuela Rosa lo escuchó atentamente y le dijo: "A veces, todos tenemos días oscuros, pero es importante hablar sobre ellos. La tristeza es como una nube; a veces oscurece el cielo, pero siempre pasa".Tomás se sintió un poco mejor, pero la tristeza seguía ahí. Entonces, Abuela Rosa le propuso un juego: "Cada vez que sientas que la tristeza te abraza, busca a alguien con quien hablar. Puede ser un amigo, un familiar o incluso yo".Tomás decidió intentarlo. En los días siguientes, cada vez que se sentía mal, hablaba con sus amigos sobre sus sentimientos. Descubrió que no estaba solo, que otros también tenían días difíciles. Juntos compartieron risas y juegos, y poco a poco, las nubes de su tristeza comenzaron a dispersarse.Un día, mientras miraba las estrellas en el cielo, Tomás comprendió que siempre había una luz, incluso en los momentos oscuros. Aprendió que hablar sobre sus sentimientos era valioso y que siempre había alguien dispuesto a escuchar.Desde entonces, Tomás se convirtió en un defensor de la alegría en el Valle de las Estrellas, recordando a todos que la vida siempre vale la pena, y que hablar puede salvar corazones.
No hay comentarios:
Publicar un comentario